Ilustración de Inés Sánchez Nadal
Ahora que estamos estudiando en Sociales el Peleolítico y sus preciosas pinturas he recordado este texto que apareció en "Cartas al director" en el diario El País
"Sueños olvidados"
Veo, emocionada, el documental de Werner Herzog La cueva de los sueños olvidados. Ella me recuerda que, en los albores de la humanidad, la necesidad de trascender el mundo material llevó a nuestros antepasados a la expresión artística, como manifestación de una necesidad espiritual. Digo recuerda, porque hoy, casi 20 años después de empezar a ejercer mi profesión como profesora de arte, hasta yo misma olvido a veces la pasión y el convencimiento que me llevaron a la docencia. Hoy, que comienza la aplicación de una ley, la LOMCE, que considera el arte como una disciplina que distrae de lo importante. A consecuencia de ello cientos de profesores de Dibujo no saben si este curso van a trabajar o no, y cuál va a ser su cometido.
Muchos de ellos llevan más de 20 años tratando de convertir el arte en algo más que aquella asignatura maría del franquismo, etapa oscura de nuestra historia que, a este respecto, los legisladores en materia educativa no han sido capaces de superar.
Supongo que estamos muy lejos del Paleolítico Superior, cuando la búsqueda de valores espirituales tenía importancia para el ser humano.— Mercedes Carretero Gutiérrez.
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